viernes, 20 de junio de 2014

una cuestión de instinto, el amor y la escritura


“Cuando imagino una vida afortunada, millonaria, veo siempre el lugar donde pueda seguir escribiendo. Si no fuera necesario comer, dormir, trabajar, no abandonaría este sitio, donde nada me incomoda, donde gozo del más completo albedrío, donde soy dueño del mundo, de mi mundo, sus fabulaciones, hazañas, torpezas, locuras, el mundo irreal de la creación, al lado del cual no hay nada comparable.”

J.R. Ribeyro, de “La tentación del fracaso”

Imagen, Sean Mahan

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