lunes, 23 de marzo de 2015


"Me convertí en su hija y tuve que crecer contra la muerte. Me hablaban en siseos, me pegaban en las manos antes de mirarme a la cara con la rapidez del rayo. Pero nadie me preguntó jamás en qué casa, en qué lugar, a qué mesa, en qué cama y tierra habría preferido andar, comer, dormir y amar con miedo."

- Herta Müller, La bestia del corazón

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