sábado, 29 de agosto de 2015


"Y luego había el silencio, no sólo porque Diana parecía ser la sola presencia en el pequeño museo, sino porque de las pinturas emanaba una soledad que la oscura silueta masculina no hacía más que ahondar. “Hay algo en la luz”, pensó Diana, “esa luz que entra como una materia sólida y aplasta las cosas”. Pero también el color estaba lleno de silencio, los fondos profundamente negros, la brutalidad de los contrastes que daba a las sombras una calidad de paños fúnebres, de lentas colgaduras de catafalco."

- Julio Cortázar, Fin de etapa. De Deshoras 

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