jueves, 26 de noviembre de 2015

Marc Chagall - "yo nací muerto"




"Lo primero que vieron mis ojos fue un abrevadero. Sencillo, cuadrado, medio hueco, casi oval. Un abrevadero de mercado. Cuando estaba dentro, lo ocupaba totalmente. No me acuerdo ya -¿fue mi madre quien me lo contó?- pero en el mismo instante en que nací, en una casita cercana a la carretera en las afueras de Vitebsk, detrás de una cárcel, estalló un gran incendio.
La ciudad estaba en llamas, el barrio de los pobres judíos. Se llevaron la cama y el colchón, a la madre y su bebé a sus pies, a un lugar seguro al otro lado de la ciudad.
Pero, ante todo, yo nací muerto. No quise vivir. Imaginaos una burbuja blanca que no quiere vivir. Como si la hubieran atestado de cuadros de Chagall.
La pincharon con alfileres, la metieron en un cubo de agua. Al final se queja con un leve piar. Esencialmente, yo nací muerto. Quisiera que los psicólogos no sacaran de ello conclusiones inconvenientes. ¡Por favor!"

 "¡Mi ciudad triste y alegre! De niño te observaba desde nuestro umbral, pueril. A mis ojos de niño te muestras luminosa. Cuando el tabique me molestaba, me subía a un pequeño pilón. Si aún así no conseguía verte, subía hasta el tejado. ¿Por qué no? Mi abuelo también subía. Y te contemplaba a mi gusto"

"Las calles me pertenecen pero no hay casas; fueron desde la niñez destruidas. Sus habitantes vagan por el aire en busca de alojamiento"

"Cuando observaba a mi padre debajo de la lámpara, soñaba con cielos y cuerpos celestes, mucho más allá de nuestra calle. Toda la poesía de la vida se condensaba en la tristeza y el silencio de mi padre. Allí estaba la fuente inagotable de mis sueños: mi padre, comparable con la vaca inmóvil, taciturna y callada sobre el tejado de la choza"

"Mi alma, parecida a una habitación húmeda, rezuma lentamente. La esperanza queda disimulada en la cartera de cuero. Aquí está mi juicio y la densidad de todas mis ilusiones. Nieva. Hace frío. No hay leña. Me han instalado en dos habitaciones que pertenecen a un apartamento ocupado por una numerosa familia polaca. Sus miradas herían, como espadas"

"De repente, se abre el techo y un ser alado desciende con estrépito y rapidez, llenando la habitación de corrientes y nubes. Un crujido de alas que se arrastran. Pienso “¡Un ángel!”. No puedo abrir los ojos, todo es deslumbrante, demasiado luminoso.Tras fisgonear por todos lados, levita y se escabulle por la grieta del techo, llevándose con él toda la luz y el aire azul. Vuelve a oscurecer. Me despierto. Mi cuadro La aparición evoca este sueño"

"En nuestra vida hay un solo color, como en la paleta de un artista, que proporciona el sentido de la vida y el arte. Es el color del amor"

"Pero quizás es mi arte –pensaba yo- el arte de un demente, mercurio centelleante, un alma azul que invade mis cuadros"

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