sábado, 26 de marzo de 2016




He estado viendo Carol por 4ª vez.

Cada vez me gusta más. Me encanta la composición de esta película, cómo Haynes enmarca los disparos, los planos a través de interiores de coches, miradas, conversaciones, silencios, ventanas.

Muchas veces sólo vemos parte de la "acción". Cómo un personaje habla, de pie en el borde del marco...al igual que las dos mujeres, limitadas en cuanto a la forma en que pueden expresar su creciente atracción.

Y el público, limitado a través de lo que podemos ver. Hay mucha intimidad sobreentendida.

Me encanta como Haynes coloca a Carol detrás de una barrera, las trabas en su camino antes de que pueda llegar a Therese: lo doméstico, el hogar, el matrimonio, los problemas judiciales...

Una composición increíble.

Verla de nuevo, una y otra vez. Nunca son suficientes veces.

Carol es muy reveladora. Los pequeños detalles de esta película son como pequeños movimientos de cabeza, como recordatorios...algo reconocido. Nos hace sentir de alguna forma reminiscente, onírica, algo real que hemos vivido. La historia natural entre las mujeres.

El hecho de que es una historia para las mujeres y sobre las mujeres. En una sociedad de los años 50 donde no se pide permiso, ni perdón...La hace tan conmovedora. Tan maravillosamente revolucionaria.

Carol, Todd Haynes, 2015

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