martes, 17 de mayo de 2016

Sylvia Plath: Fiebre 103




"¡No te asombra mi calor! ¡Y mi luz!
Yo sólo soy una camelia grande
que brilla intensamente, encendiéndose y apagándose.
Creo que estoy subiendo, creo que puedo subir.
Los abalorios de metal caliente vuelan, y yo, mi amor, yo
soy una virgen
de acetileno puro
acompañada por rosas"


                  Sylvia Plath, Tulipanes y otros poemas


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