lunes, 30 de octubre de 2017

Frente al régimen del 78 y su represión, Solidaridad y República



Solo porque un edificio tenga puertas no deja de ser una cárcel, sobre todo si esas puertas solo las pueden abrir los carceleros del régimen del 78.

El pueblo catalán lleva llamando a esas puertas desde hace mucho tiempo, pero los carceleros -PP, Ciudadanos, PSOE, Monarquía, empresariado, iglesia, medios de comunicación- están del otro lado, empujando para que nadie pueda escapar.

La actuación del Estado en Catalunya durante el último mes y medio demuestra que el régimen está volviendo a sus más oscuros orígenes fascistas. El Estado ha sacado a pasear a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad dejando más de mil heridos y numerosos daños materiales en la jornada del Referéndum del uno de octubre. Tampoco ha dudado en convocar al fascismo en las calles bajo la excusa del unionismo. La operación de castigo continúa, con más agresiones y vejaciones al pueblo catalán, hasta encarcelar a los dirigentes de Omnium Cultural y ANC y destituir cargos electos.

La cuestión catalana es solo uno de los graves problemas del Estado español, que solo es capaz de crear miseria para todos sus ciudadanos mientras los carceleros se llenan los bolsillos.

No es solo Cataluña; son las miserables condiciones de vida a las que nos condenan, los trabajos precarios impuestos a golpe de reforma laboral, la represión permanente hacia la organización popular, la falta de libertades políticas básicas y el vasallaje a los órganos imperialistas, como la UE y la OTAN.

Pensaban los carceleros que este momento no iba a llegar nunca. Que las tragaderas de la gente del común eran tan amplias que podrían seguir recortando derechos y libertades sin que pasara nada. No vieron las claras señales de la construcción de una alternativa legítima y democrática que ha ido acumulando fuerzas hasta poder empujar esa puerta lo suficiente como para que podamos oler el aire fresco que entra del otro lado del muro.

La mejor forma de que esa brisa republicana que entra por la rendija que abren las compañeras catalanas inunde cada uno de los pueblos del estado es empujar juntas. Es nuestro deber revolucionario construir un proyecto de vida alternativo a la miseria que ofrece el régimen. Un proyecto en el que se asegure:

  •  El derecho a decidir todo de los pueblos y las personas: a decidir el modelo de estado, el gobierno y no olvidamos especialmente el derecho a decidir de las mujeres sobre sus propios cuerpos.

  • Que no haya presas ni presos políticos.


  • Respeto pleno de los derechos y libertades políticas y sindicales. 

  • Condiciones de trabajo y de vida dignas. 

  • Reconocimiento de las víctimas del franquismo.


Además seguimos pensando, y no por solo la amistad que nos une, sino por íntima convicción, que nadie como los republicanos de Catalunya sirven en estos momentos a la República en Madrid y en todos los puntos del estado.

Empujemos juntas las puertas del 78 porque es el momento de abrirlas de par en par.
Es el momento de la República.


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