domingo, 22 de octubre de 2017


"Los derechos políticos no se originan en los parlamentos; son, más bien, forzados a los parlamentos desde afuera. E incluso su promulgación como ley no ha sido por mucho tiempo una garantía de su seguridad. Así como los empleadores siempre intentan anular todas las concesiones que hicieron al trabajo tan pronto como se les ofreció la oportunidad, tan pronto como se observaron signos de debilidad en las organizaciones de trabajadores, los gobiernos también se inclinan a restringir o anular por completo los derechos y libertades que se han logrado si imaginan que la gente no resistirá. Incluso en aquellos países donde la libertad de prensa, el derecho de reunión, el derecho de combinación, etc. han existido desde hace mucho tiempo, los gobiernos intentan constantemente restringir esos derechos o reinterpretarlos mediante una división jurídica. Los derechos políticos no existen porque se han establecido legalmente en una hoja de papel, sino solo cuando se han convertido en el hábito encarnado de un pueblo, y cuando cualquier intento de dañarlos se encontrará con la resistencia férrea de la población. Donde este no es el caso, no hay ayuda en ninguna Oposición parlamentaria o cualquier apelación platónica a la constitución."

-  Rudolf Rocker, anarcosindicalismo: teoría y práctica

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